domingo, 20 de mayo de 2007

cantabria

Les voy a hablar de otra de mis pasiones, aquella que tienes dejada por cuestiones personales y físicas. Ya no se tardan tres días en atravesar la península, pero hay algo que te agarra de más arriba de las rodillas y te impide hacer ciertos viajes, hasta que poco a poco logras llegar al sitio que querías.


Los que conozcan la cornisa cantabrica reconoceran en esta imagen cualquier cementerio de la zona. Allí donde la gente aún se da los buenos días, y los vecinos guardan las llaves unos de otros. Donde todavía se fabrican productos de manera artesanal y se siguen haciendo regalos isin esperar nada a cambio, simplemente porque hace muchos meses que no ibas por alli.

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